30 de octubre de 2006

Los seguros medicos y los abogados

Mi primer FIV fue en Argentina. Luego de la profunda desilusión del fracaso (el primero es el más fuerte, el más concreto, el más desconcertante), en abril del año siguiente, considerando que todo estaba listo para el nuevo intento, comencé con el nuevo ritual en Miami: pastillas anticonceptivas durante un mes junto con inyecciones de Lupron, que me daban un tremendo dolor de cabeza. Lupron trabaja enviando señales a la pituitaria similares a las que envía el hipotálamo para que produzca FSH y LH, con la diferencia que la dosis es tan alta que la pituitaria de desensibiliza y deja de producir ambas hormonas. Es una forma de engañar a la pituitaria para que deje de trabajar: por saturación. Lo peor de todo fue cuando me dijeron que me tenía que poner yo misma las inyecciones, cada mañana, en la barriga. La mire a la enfermera con cara incrédula y, mientras me acomodaba la mandíbula, le pregunte “inyecciones yo?”. Obviamente la señora ni se molesto en contestar tan profundo pensamiento y trajo sus agujas, jeringas y frascos para comenzar las lecciones.

Al comenzar la siguiente menstruación, comenzó el verdadero tratamiento de estimulación hormonal. Y como dice mi madre “no quieres caldo, pues toma tres tazas”, es decir, si me asustaba darme una inyección diaria, terminé poniéndome tres por día y hasta cuatro, hacia el final del proceso. Vale aclarar que, al igual que la pituitaria y por saturación, termine insensible a los pinchazos y me los aplicaba como quien se aplica una crema humectante por la noche y por la mañana. Quien me hubiera dicho que varios meses mas tarde llegaría a ponerme hasta una inyección intramuscular en la cola mirándome al espejo.

Resulta que en este país de “hágalo-usted-mismo” estas a merced de tus propias habilidades, cosa que no me parece tan mala si una esta hablando de pintar el garaje o llenar el tanque de gasolina, pero que me da escalofríos si se trata de llenarte la panza de agujeros. Imagine que algún día, a fin de abaratar costos de seguro medico, le entregarían al paciente un set de herramientas médicas y media docena de embriones listos para ser transferidos en la comodidad de su hogar. El hecho es que no hay clínica ni enfermera que te ponga una inyección, a menos que estés internada, y la culpa la tenemos los abogados. Pacientes demandando a doctores, doctores demandando a compañías de seguros, compañías de seguro demandando a doctores y abogados oportunistas engordando sus cuentas bancarias; esa es parte del panorama de la salud en Estados Unidos en el siglo veintiuno. Las estadísticas dicen que la mayoría de las demandas son favorables a los médicos o enfermeras ya que normalmente no hay negligencias, pero mientras tanto, y en la búsqueda por parte del abogado de su billete de lotería ganador, preciosos recursos se han invertido en el camino que hacen que, no solo la salud sea mas cara sino que médicos y enfermeras tomen un papel defensivo en la aplicación de la medicina.

29 de octubre de 2006

El desgaste financiero

Sin pensarlo mucho y con el convencimiento de que cuantos mas intentos se sucedieran, mas alta era la probabilidad de embarazo, le dijimos al medico que queríamos iniciar nuestro tercer tratamiento de forma inmediata. Es usual que los doctores requieran uno o dos meses de descanso, luego el tradicional mes de pastillas anticonceptivas y para julio estaba lista para empezar con los nuevos pinchazos. Esta vez, el protocolo fue diferente dada la baja respuesta obtenida por el Gonal-F. El medico opto por altas dosis de una droga similar, Follistim, para estimular mis ovarios, acompañado por el ya conocido Repronex y rematado por el antagon y el HcG. Para esa altura, recuerdo lo fácil que ya me resultaba aplicarme las inyecciones; ya no había mas moretones ni pellizcos adoloridos. Todas las inyecciones eran subcutáneas por lo que no requerían mayor precisión; solo que entrara el líquido en la piel.

El tema de los seguros médicos y sus coberturas en casos de infertilidad es absolutamente deplorable. Aun en esta época se considera a las fertilizaciones como un lujo y solo trece estados de los Estados Unidos en la actualidad poseen legislación apropiada que obliga a las compañías a cubrir el coste de estos tratamientos, con mayor o menor cantidad de limitaciones. En Florida, no existe ningún tipo de cobertura y cada intento era un mordisco generoso en el bolsillo. O. (quien suele ser por lo general bastante tacaño) curiosamente, no quería ni siquiera escuchar quejarme del costo de los tratamientos ya que hay cosas, decía, que no tienen precio. Y yo lo admiraba más por eso, ya que lo último que quería era una preocupación más porque este tigre ya tenía muchas manchas.

28 de octubre de 2006

Mis primeros pasos

Recuerdo mis primeros pasos en el camino de la infertilidad con mas desconcierto que dolor. Después de unos cuantos meses de buscar el bebe sin resultados visibles, muchos viajes para mi y mucho stress laboral para O., vuelvo a ver a mi ginecólogo, quien inmediatamente me derivó al piso de arriba donde tiene sus oficinas un prestigioso centro de infertilidad de Miami. Ese cambio de piso, fue el primer toque de realidad que recibí. Mientras esperaba en la sala, leía reportes, estadísticas y notas de prensa como si se tratara de problemas de otro, de números que nada tenían que ver conmigo. Un largo informe de una acupunturista, recomendada por el instituto, parecía interesante, pero a $80 la hora, dos veces por semana, el tratamiento me parecía un robo. Cuando la enfermera me hizo pasar, mi corazón latía a la velocidad de la luz; los pasillos de las oficinas estaban repletos de fotos de bebes, la mayoría de ellos, mellizos, cosa que en aquel momento me pareció curioso. Me recibió la endocrinóloga, rápida y eficiente, de pocas palabras, echo un vistazo a mi historia medica, luego la de O., vio que llevábamos mas de un año (limite medico de la fertilidad) intentando concebir y comenzó una explicación, acompañada de un dibujito que aun conservo, que no estaba preparada para escuchar. Básicamente, dijo que a los treinta y siete años no podía perder mas tiempo y que solo necesitaba un examen para saber si el esperma de O. era capaz de penetrar el ovulo, ya que los óvulos endurecen su capa pelúcida con el paso del tiempo, para, de ese modo decidir si me aconsejaba una inseminación intrauterina (IIU) o una fertilización in vitro (FIV) con inyección intracitoplasmatica de espermatozoides (ICSI).

Su diagnostico ni siquiera fue un shock; fue simplemente otro idioma. Si me hubiera hablado en sánscrito, para mi hubiera sido lo mismo. Yo fui a verla para que me diera una pastillita que me elevara el nivel de algo y que me permitiera concebir, y ella me salio hablando del precio del barril de petróleo. Mas ofendida que frustrada, le pregunte cuales eran mis probabilidades de concebir de forma natural y me respondió “a tu edad? 10%, quizá menos”. “Hay algo que pueda hacer para mejorar esa probabilidad?” “Si, IIU o FIV”.

Salí de su oficina con cara de haber perdido unas cuantas neuronas por el camino. Me senté en el coche cargada de folletos explicativos, dibujitos, lista de precios, servicios adicionales, opcionales y programas de financiación. No entendía porque algo tan sencillo se había convertido en un proyecto tan sofisticado ni porque los precios tenían tantos ceros a la derecha.

25 de octubre de 2006

Anécdotas de mi primera FIV

El día que estaba prevista la extracción de los óvulos, nos levantamos temprano y fuimos a desayunar un rico café con leche con medias lunas (para quienes no son argentinas, son una especie de croissants en miniatura). Con la pancita llena y satisfecha nos dirigimos a la clínica, donde todo iba bien hasta que llego el anestesista y me pregunto cuantas horas hacia que había comido. Aparentemente era de conocimiento popular que no se debe comer nada por lo menos ocho horas antes de tener anestesia general, información que hubiera sido útil tener antes de mi opíparo desayuno. Corridas internas y charlas frenéticas de pasillo mientras el anestesista decía que no me daría anestesia general con el estomago lleno de medialunas, el doctor aun no llegaba, y yo, vestida con una bata verde de hospital del grosor de una amapola, moría de frío sobre una camilla.

Una vez que los folículos están maduros, y se inyecta el HCG, existe un plazo de pocas horas para extraerlos. Mi preocupación era que se hubiera estropeado el tratamiento por un fallo administrativo. Finalmente, el Dr. L. puso un poco de calma al ambiente, indicándome que me iban a poner anestesia parcial en lugar de total, cosa que me pareció muy razonable, hasta que vi venir una aguja del tamaño de mi brazo, derechito hacia mi columna. Me abracé fuerte a la enfermera, cerré los ojos y me encomendé al cielo. Al poco rato, no sentía nada de la cintura para abajo y, aunque el procedimiento duró poco mas de veinte minutos, yo seguiría inmovilizada por casi seis horas. Todo el mundo bromeaba a mi costa en el quirófano, diciendo que si era niña, debería llamarse “Luna”…

23 de octubre de 2006

La sabiduria popular nunca descansa

Una amiga me recordó hoy que hay una conocida de una amiga de una prima de la novia del padre de un compañero de escuela de su hijo que quedo embarazada justo cuando había decidido abandonar la búsqueda, engordar y ponerse a fumar… O sea que si quizá me relajo, como chocolate todo el día y me compro unos paquetes de Marlboro, yo también repita la misma suerte.

Creo que ya toque este tema hace un par de semanas pero aquí voy de nuevo. Esta mujer no quedo embarazada por su nuevo estilo de vida sino muy A PESAR de el. Todo el mundo conoce a la amiga de una amiga o a la prima que adopto y quedo embarazada pero cada caso de infertilidad tiene tantas variables como personalidades existen en este planeta. Cuantos años tenia? Era demasiado delgada? Como era su reserva ovárica? Como era su menstruacion? Como era su fase luteal? Cual era su estado emocional? Cual era el conteo y la motilidad del esperma de su marido? Y la morfología? Como funcionaban sus tiroides? Y así podría seguir analizando y destripando cada caso en una conversación muy aburrida que podría durar horas. Un pequeño cambio en el comportamiento puede provocar una reacción en cadena en el funcionamiento hormonal.

La infertilidad es una condición medica y aquellas parejas que logran un embarazo después de meses de “relajarse” nunca tuvieron problemas, para empezar. Aquellas que nos quedamos en el remanente veinte por ciento de mujeres en estado de espera (no ya dulce sino tirando a agria) somos las que no necesitamos irnos a un crucero o comernos un lechón. Hemos pasado cirugías, tratamientos hormonales, inseminaciones, fertilizaciones y años de tener a médicos y enfermeras hurgando por el cuerpo y aun asi, hay parejas que no tendrán hijos nunca. Son muchas más las parejas que adoptan y nunca tienen hijos biológicos, que las que quedan embarazadas. Y por cierto, la receta del relajamiento ya la probé hace unos años y tampoco resulto.

Y eso me lleva de la mano a alguna que otra perlita que aun escucho: 1.- “hay cosas peores…” Por ejemplo, que me violen? O le dirías a tu amiga a la que se le acaba de morir su madre: “no te preocupes, podría ser peor; se podría haber muerto también tu padre”; 2.- “quizá sea el designio de Dios…” le dirías a un diabético que quizá es el deseo de Dios que no tenga insulina?; o 3.- “que suerte que tienen, pueden viajar y dormir hasta tarde…” minimizar el problema no lo hace mas tolerable; si mi marido me dejara, podría quedarme leyendo en la cama con la luz prendida hasta las tres de la matina pero adquirir ese derecho ni siquiera se asoma a compensar la increíble perdida que seria no tener a O. a mi lado.

Tener una amiga con problemas de fertilidad no es tarea fácil; es desgastante y hagas lo que hagas y digas lo que digas, en algún momento vas a meter la pata. Somos extremadamente vulnerables, volátiles, nos aislamos a veces en cavernas y otras salimos a patear tachos de basura; con los años aprendemos a tolerar esta comedia de errores pero mientras tanto, no siempre somos compañía agradable. Una cosa es segura, sin embargo: necesitamos esa amistad incondicional más que nunca.

Estos temas me ponen muy emocional. Deben ser mis hormonas desequilibradas. O las bombas de crema que me acabo de comer.

22 de octubre de 2006

Tabúes

No puedo evitar decir la palabra hijo con un poco de vergüenza, como quien no tiene derecho a nombrar aquello que no conoce. Es el mismo sentimiento que me cierra la boca a la hora de hablar de hijos ajenos. En cuanto creo que tengo algo que decir sobre si los niños debieran o no comer cierta comida o dormir con sus padres o despertarse al mediodía, veo (o imagino) los ojos de todos los padres y madres del mundo diciéndome: "y que podes saber vos de hijos?; te levantaste algún día a las 2 de la mañana para salir corriendo a la sala de emergencia con tu niño volando de fiebre? Tuviste que amamantar alguna vez a un niño cada dos horas? Cuantos pañales has cambiado en tu vida? No tenés idea de lo que estas hablando.". Y ahí mismito me callo.

Debo reconocer que tienen cierta razón. Es el mismo argumento que uso para criticar a los sacerdotes que disertan sobre el matrimonio. Por lo menos, y en mi defensa, yo alguna vez fui niña y sigo siendo hija, mientras que los curas solo dicen estar casados con Dios, con cuya compañía invisible debe ser bastante fácil de convivir.

Otra palabra que me cuesta nombrar, y no por falta de experiencia sino por cobarde, es infertilidad. Sus letras me chocan como sentencia firme y en contra, como fatalismo y calamidad, como invierno eterno. Me niego a aceptar la situación como permanente, y tal vez sea la niña ilusa y optimista que hay en mi, la que me hace esperar a mi niño cada mes desde hace casi cinco años.

Hoy llego la maldita menstruacion. Merde. No estoy de muy buen humor...

20 de octubre de 2006

Aprender mas de nuestro cuerpo

Es sinceramente increíble, y además vergonzoso para el sistema educativo, lo poco que conocemos del funcionamiento de nuestro cuerpo. La mayoría de las mujeres ni siquiera saben que nacen con todos los óvulos que van a tener por el resto de sus vidas. O que cuando ovulan su temperatura corporal sube y que eso es debido a la presencia de progesterona. O cual es el rol de la glándula pituitaria en el sistema reproductivo o para que sirven las hormonas. Y lo mismo es aplicable al resto de los sistemas biológicos. Ignoramos nuestros procesos vitales, actuamos como si tuviéramos muchas vidas y nuestros cuerpos fueran descartables. No tenemos la menor idea de por que el cuerpo se enferma y confiamos en que cuando eso pasa, algún medico nos va a arreglar. El medico, que solo nos ve diez minutos en el peor de nuestros momentos, asume cual es nuestro desarreglo a partir de un síntoma aislado pero no sabe, y a veces ni siquiera le importa, si nuestra comida fuerte del día suele contener suficiente grasa para mantener una ballena, o si sufrimos de mal de amores o si nuestro hijo es hiperactivo. La inconsciencia con la que provocamos nuestras propias crisis es alarmante y aunque el dolor nos tire al suelo de rodillas, insistimos en eliminar el dolor, no la causa del mismo.

19 de octubre de 2006

Fases de la infertilidad

Releyendo mis últimos escritos y para cualquiera que no haya leído uno de mis primeros posts, llamado “Mi Historia”, pareciera como si mi visión de la infertilidad fuera espiritual, orgánica y libre de elementos químicos. Nada más lejos de la realidad. Si a mis cuarenta años y con casi cinco buscando a un hijo, pensara que los bebes solo llegan con sexo, energía positiva y oraciones, seria el colmo de la ingenuidad y una vergüenza para la comunidad infertil. El enfoque es exactamente el opuesto, como diría Serrat, “he andado muchos caminos, he abierto muchas veredas, he caminado en cien mares y atracado en cien riberas…”; he ido desde ponerme media hora talones arriba después de tener relaciones hasta hacerme cinco ICSIs; desde rezarle a la Rosa Mística (milagrosa según mi hermana) hasta ponerme yo solita cinco inyecciones diarias; desde visitar a una vidente muy famosa hasta escribir un blog; tantos mares he visto sin echarle el guante a ningún pescado que estoy en un momento donde creo que todo es posible. Cualquier receta me viene bien y tan efectivo puede ser, de acuerdo a mi experiencia, hacerse una inseminación como pedirle un milagro a la luna llena mientras quemo incienso en mi jardín. Nadie llega a este estado de positivismo absoluto en unos pocos días de peregrinaje por el camino de la infertilidad; algún cínico dirá que no creo en nada, pero bien mirado el tema, tengo también ante mí la posibilidad de creer en todo.

El proceso comprende varias fases y para quien suele frecuentar los foros de infertilidad, resulta muy interesante ver por que fase va atravesando cada mujer (los hombres hasta los ochenta años aun están convencidos que “ya va a venir…”):

I.- Mujer en fase inicial: Normalmente mas joven y delgada que las demás; un poco nerviosa porque su bebe se hace esperar mas que el de sus amigas pero piensa que su problema es pasajero, que en ultima instancia, el ginecólogo va a detectar exactamente su problema y que en cuestión de unos meses bajo prescripción medica, el asunto esta solucionado.

II.- Mujer FIV amateur: Casi tan joven como la anterior. Bien, el bebe aun no llega y ha dejado a su ginecólogo de cabecera para ver a un endocrinólogo especialista en reproducción pero esta llena de optimismo y confianza en que la FIV va a funcionar a la primera. Todas sus palabras son de aliento hacia el resto del mundo infértil y piensa que lo más importante es pensar positivo.

III.- Mujer FIV Amateur Embarazada: Sigue joven y elegante, levemente mermada su situación financiera. Es la prueba viviente de que la FIV funciona normalmente a la primera y de que la actitud y la energia positiva son la clave.

IV.- Mujer Veterana: Tiene más canas, una cuenta corriente herida de muerte y una ligera actitud cínica. Le cuesta relacionarse con las anteriores; en general, le cuesta relacionarse con todos porque han cambiado las relaciones con su familia, sus amigos, sus finanzas, su salud, su fe y su forma de ver y creer en la vida. Discute con los médicos, no soporta las frases hechas de las enfermeras y arma su propio protocolo, a veces con mayor éxito que el de los galenos. Sabe mucho sobre el sistema reproductivo y por lo tanto, tiene poca tolerancia hacia la estupidez. Algunas de ellas visten su espíritu de severidad y rencor pero la mayoría ha recuperado su sentido del humor y la habilidad de reirse de si mismas. Si se embaraza, se hace un test casero cada día, pensando que en la clínica han cometido un error. Piensa que cada minuto puede ser el ultimo de su embarazo y decora la habitación de su bebe cuando ya nacio.


18 de octubre de 2006

Por que estoy enojada con Dios

Hay un viejo dicho en ingles que se traduce algo así: “si quieres escuchar reir a Dios, cuéntale tus planes…”

Alguien me hizo ver hace unas semanas que enojarme por los resultados de mis tratamientos, además de ser una actividad inútil, es una mera manifestación de mi carácter caprichoso. Que yo podía decir malas palabras, apuntar con los puños hacia las nubes en ademán de pelea o esconder mi rosario en un cajón debajo de las medias pero no podía dejar de seguir adelante con lo que Dios había planeado para mí. Exigir que sus planes coincidan con los míos es un gesto de arrogancia, una actitud infantil y caprichosa que solo indica lo mucho que me hace falta madurar.

Y no solo no estoy convencida que eso sea cierto sino que mas se me frunce el ceño cuando lo pienso. Lo vería algo mas acertado si quisiera convertirme en campeona de formula uno, virtuosa del piano o aspirante a Premio Nobel; si aspirara a algo que esta reservado a unos pocos privilegiados. Pero no, lo normal en este mundo fértil es tener hijos, conjunto del cual me veo excluida sin razón aparente y sin que me pidan disculpas. Es un capricho querer respirar o comer o querer caminar descalza sobre el pasto? Reconozco que hay gente que tampoco puede hacer ninguna de estas tres cosas pero nunca diría que son antojadizos.

Y lo que mas corroe mi alma es que si por todo el mundo espiritual es aceptado que los “hijos no son tus hijos, son los hijos y las hijas de la vida” como decía Gibran; si los hijos son hijos de Dios y solo son dados en préstamo a sus padres para que los guíen; por que diablos no somos nosotros merecedores de la función de guías? No seré el Dalai Lama pero tampoco soy Paris Hilton, caray!

Por el momento cuando me levanto, y a modo de oración digo “que venga lo que venga…” y por la noche “en fin…”…

17 de octubre de 2006

Julia Indichova

Julia Indichova significo un cambio en mi vida, no solo en el enfoque hacia la concepcion sino que muchas otras cosas cambiaron desde que lei su libro, algunas de forma dramatica, otras sutilmente. Despues de mi cancelado cuarto ciclo de FIV y con una infeccion en los riñones que me desgarraba, lei su libro “Inconceivable” de un tiron, con los ojos rojos y un nudo en la garganta. Pero cuando cerre la tapa de atrás, tenia un atisbo de respuesta entre mis manos y eso significaba un nuevo soplo de vida. Su historia era frecuente: mujer de cuarenta y dos años con infertilidad secundaria a la que ningun medico especialista en reproduccion queria tratar dada su edad y su FSH elevado. Lo que fue innovador fue su reaccion personal al diagnostico; luego de pasar por todas las etapas normales de rabia, frustracion, angustia, miedo y tristeza por no poder tener un segundo hijo, comenzo a mirar hacia adentro y a buscar de que manera podia ayudar a su cuerpo y a su espiritu a concebir. Nutricion, visualizacion, meditacion, yoga, todas fueron armas esenciales en su camino. Construyo su propio “protocolo” a falta de ayuda medica y cada paso que daba, cada cambio hacia una vida mas natural y una mejor salud, mas se acercaba a la preciosa niña que la estaba esperando al final del camino.

Entre en Internet para saber mas de Julia y de otros medios “alternativos”. Devore su pagina y decidi en ese momento cual era el regalo de cumpleaños que queria para mis cuarenta: ir a Woodstok, cerca de New York, a uno de los talleres que Julia organizaba cada dos meses. O. me vio tan decidida que no tuvo coraje de decirme que no, aunque se que mentalmente calculaba el precio del boleto aereo, el hotel, taxis, comida, el costo del seminario y pensaba que era un capricho bastante caro. Ni siquiera sabia muy bien quien era esa Julia y por que tenia que verla con tanta premura. No obstante, me dijo que me apoyaba en lo que yo necesitara, cosa que le agradeci.

Arme el bolsito de fin de semana y vole al aeropuerto de La Guardia. Decidi quedarme en el hotel Paramount, cerca de Times Square en Manhattan, que ya conocia bien, y viajar de ahí en tren a Woodstock por la mañana temprano. Woodstock es un pequeño pueblo con muchos encantos, entre los que se encuentran sus colinas verdes, sus pequeñas galerias de arte y el hecho de que la mayoria de los telefonos celulares no funcionan. El curso se realizaba en la casa de Julia y su esposo nos hacia el favor de recogernos en el centro a quienes no teniamos coche. El resto del dia fue inolvidable. Recuerdo el timbre de la voz de Julia en su estudio, el sabor de las lagrimas que derrame, el sonido de lagrimas ajenas, las puntadas en el pecho mientras comenzaba a reconocer por primera vez el dolor que acompañaba a la ausencia de mi hijo, los olores de comidas desconocidas a la hora del almuerzo y la emocion de saberme nuevamente dueña de mi cuerpo y diseñadora de mi destino. Quiza mi destino no resultara igual a mi diseño pero lo que alli escuche tenia tanto sentido para mi cuerpo y para mi espiritu que necesitaba creer que era cierto. Necesitaba limpiarme de toxinas, de estadisticas, de malos presagios y Julia me dio el agua para hacerlo.

16 de octubre de 2006

Como si creyera

Me pregunto si aun existe vida en mis ovulos. En estos dias O. y yo estamos empujando fervientemente la idea de que es posible que concibamos de forma natural. Hacia ahí apuntan todas nuestras energias, nuestras vitaminas, nuestra dieta y nuestros fragiles sueños, pero sera este otro ejercicio futil? Tendremos en nuestros cuerpos lo que hay que tener para crear vida? Que profundo agotamiento provoca este continuo ejercicio de prueba y error.

Estoy cansada de todo este teatro, de esta puesta en escena, de esta preparacion inutil para alguien que nunca llega; de poner mi corazon a la intemperie una y otra vez para que le den un par de martillazos y me lo manden de vuelta para reparacion. Estoy cansada. Punto. Es cierto, soy como un gato con siete vidas pero a pesar de lamer mis llagas, las cicatrices dejan una huella aspera.

Tengo en mi la fuerza para seguir? Debo seguir en el camino natural, como dice Julia, para no poner mas presion a mi cuerpo o mi unica esperanza esta en el FIV? Debo seguir agotando mis propios recursos o moverme ya de una vez con donante? Adopcion no es una opcion para nosotros por ahora, por lo que las opciones alternativas implican riesgo: tiempo contra efectividad. Cuanto dinero podemos ademas tirar por el sistema de alcantarillado? Si los tratamientos fueran gratis, seguiria intentandolo hasta que tuvieramos suerte, pero son extraordinariamente caros.

Que intrinsecamente sola se encuentra una en este camino. Ojala fuera mas creyente y fuera capaz de sentir la mano de Dios aguantando mi peso pero creo que el pobre hombre (o mujer) esta ocupado ultimamente tratando de evitar que desbaratemos la humanidad con bombas nucleares.

Por lo pronto, trato de no pensar y seguir adelante, como si creyera. Dicen que la mente se mueve con imágenes y no distingue la realidad de la ficcion, asi que cada mañana y cada noche hago mis ejercicios visualizando mi panza enorme y preñada. Asi se va a haciendo a la idea. Asi como me enseñaron Julia Indichova (www.fertileheart.com) y Gerald Epstein (“Healing Visualizations”). Como si creyera.

14 de octubre de 2006

Tomamos mate?

En Argentina hay un chiste tonto en el que el marido le dice a la mujer "que hacemos, tomamos mate o cojemos?" y la mujer le contesta "y..., yerba no hay."

Anoche ovule, según me viene avisando el test de ovulacion desde el jueves y confirmado por las puntadas que me dan en el ovario cuando eso sucede, por lo que era nuestra ultima oportunidad del mes para asediar al ovulo reaccionario de esperma y obligarlo a rendirse.

Yo estaba mental y fisicamente destruida despues de un dia complicado. O. esta cambiando de trabajo y tiene el cierre de periodo este fin de semana por lo que con ojos rojos de cansancio me mira desde el otro lado de la cama y me dice: "que hacemos? Tomamos mate o cojemos?"

Entre carcajadas, ganas tuve de ir a la cocina y calentar una pava de agua pero, inmisericorde y sorda a los llantos de Morfeo, decidi que lo primero es la mision cumplida y luego el placer (de dormir).

12 de octubre de 2006

Los libros de la cesta

Recuerdo desde muy chica disfrutar de los tiempos en que me encontraba rodeada de libros. Cuando me canse de leer todos los libros de la biblioteca de mi escuela (no era particularmente vasta), descubrí un nuevo mundo en la biblioteca municipal. Me gustaba ir en cuanto podía (debo haber sido su clienta mas joven) y debía tener diez u once años cuando saque el carnet por primera vez. Agarraba la bicicleta y luego de un paseo que me tomaba unos quince minutos desde casa, llegaba a los sótanos de la municipalidad donde el leve olor a humedad no empañaba la magnificencia de las paredes atiborradas de libros llenos de aventuras, desgracias, risas y suspensos, listos para ser leídos. La bibliotecaria, mujer petisa, de lentes gruesos y de mal carácter, se había encariñado conmigo y recorría los estantes con dedos expertos mientras me señalaba lo que ella creía debía ser mi próxima lectura. Yo me llevaba el recomendado del día para no desairar y algún par de libros más elegidos al puro azar. No era una lectora selectiva en aquellas épocas y saboreaba cuanto papel con letras se me cruzaba por delante. Pasaba así de leer la colección completa de Agatha Christie a leer al ilustre Borges, a un Chesterton misterioso, al popular José Narosky, al denso Tolstoy, al semi-profeta Kahlil Gibran, al poeta de la ciencia ficción, Bradbury o a mi favorito de todos los tiempos, Herman Hesse.

También solía pasear a menudo por las librerías donde el olor a papel nuevo y el colorido de las tapas brillosas me fascinaban. Y también recuerdo en un rincón los dos cestos de metal con libros en oferta; se veían gastados, menos brillosos que sus primos de los estantes, con los lomos levemente amarillentos. Definitivamente, los patitos feos de la librería. Siempre me daba pena verlos y mas lastima me daba pensar en los escritores que habían parido estas obras relegadas al rincón. Me parecía un agravio a su esfuerzo, al cariño y fervor puesto en la tarea y a la satisfacción de la labor cumplida. Yo llevaba un par de años escribiendo cuentos (donde los protagonistas solían ser animales) y creo que en el fondo lo que tenia era un sentimiento gremialista y de protección de la especie.

Escribir ha sido un motor constante en mi vida. A veces con poca gasolina, pero siempre presente, aunque sea haciendo ruido o contaminando mi paz. Llevo ahora varios meses juntando notas, espacios e ideas en mi mente y en papel sobre temas de fertilidad que desafortunadamente he llegado a conocer en profundidad; algunos de ellos nacieron de la necesidad de aclarar mis ideas; otros generaron la creación de este blog. Pero en el fondo de todo, admito la posibilidad de juntar todas estas letras desperdigadas y transformarlas en un libro que pudiera ser útil, interesante o entretenido para alguien que este en una situación similar. Y cuando lo pienso, recuerdo con pánico la cesta de metal y aquellos libros desamparados. Como saber si hay un puñado de lectores interesados en leer lo que tengo en mi alma para escribir? El camino de infertilidad me ha zumbado varios golpes en lo mas tierno del corazón, seria capaz de resistir uno mas?

11 de octubre de 2006

La infertilidad y la carrera

La Dra. Alice Domar tiene, además de un instituto para la infertilidad donde desarrolla herramientas de curación para el cuerpo y la mente (www.mindbodyinfertility.com), varios libros publicados sobre el tema. Algunos de sus conceptos son, para mi gusto, algo exagerados y a veces rayan con la paranoia, pero otros me gustan y entiendo que no todos somos iguales por lo que tomo lo que me sirve y descarto lo que no, cual carozo de aceituna.

El lunes pasado mi oficina estuvo cerrada pero O. tuvo que trabajar por lo que yo me dedique a hacer lo que mas me gusta, que es básicamente vegetar entre despierta y dormida arriba de mi sofá, mirando HGTV, el canal de diseño y decoración. Por la tarde, decidí hacer algo mas productivo y pase al segundo lugar en mi lista de pasatiempos favoritos: ir a una librería y sentarme sin reloj a hojear libros con una taza de te humeante (descafeinado). Tuve entre mis manos por un rato el libro “Conquering Infertility” de Alice Domar y si bien parece bastante básico para las veteranas como yo, un capitulo capto mi atención. Hablaba de la perdida de interés en el trabajo durante la fase de infertilidad. Mujeres con carreras impresionantes, de repente se encuentran con que el trabajo no les satisface y más bien, les entorpece en su búsqueda.

Hace varios meses que siento que trabajo por control remoto y aunque le achaco la culpa a mis catorce años trabajando en la misma silla, encuentro que no hay una razón especifica por la cual tenga que estar tan aburrida. Y es que la búsqueda de un hijo es una tarea de tiempo completo y sospecho que al cambiar el orden de prioridades, la vida se convierte en un obstáculo para alcanzar el objetivo. Con el tiempo, la infertilidad se puedo transformar en una enfermedad ponzoñosa del espíritu, una que afecta todos los aspectos de tu vida. Te llega a agusanar los rincones de tu vida que alguna vez consideraste sagrados, como las relaciones con tu familia, tus amigos, tus finanzas, tu salud, tu fe y tu forma de ver y creer en la vida. Creo que la clave esta en mantener el equilibrio para evitar la esquizofrenia; en tener claro en todo momento que esto es SOLO una parte de tu vida, un aspecto de ella. Para bien o para mal, el mundo real sigue rodando a pesar de todo y una no puede quedarse atrás.

10 de octubre de 2006

Finalmente, la histerosalpingografia

No encuentro tiempo para sentarme frente a la computadora los fines de semana… Vere como puedo solucionar este tema.

Hoy finalmente me hicieron la histeroslapingografia. Perdi casi el dia completo yendo a buscar la prescripcion medica, haciendo un test de embarazo, sin el cual no pueden hacer el estudio (“si, claro” le dije a la enfermera, “yo seria la mas sorprendida ya que aun no he ovulado pero si sale positivo, bienvenidos los milagros!”); luego tuve que esperar un retraso de una hora para mi cita hasta que finalmente me dieron la famosa bata de hospital, muy delicada y primaveral, justo lo que me hacia falta para el frio seco del aire acondicionado de la clinica. Pensando en toda la perdida de tiempo con los ultimos tratamientos, realmente es un milagro que aun conserve el trabajo.

El test en si no duro mas de cinco minutos.Te introducen un cateter a traves del cervix, por donde inyectan un liquido de contraste que es detectado facilmente por las maquinas de rayos-x. Previamente, insertan un poco de aire para mantener el utero firme. Tanto el aire como el agua producen algo de presion en los organos, lo que genera un poco de dolor similar a lo que dolian antiguamente mis ovarios durante la menstruacion, pero nada que no sea tolerable (y yo tengo una resistencia al dolor menor a cero). Por alguna razon, le costo al radiologo ver el ovario derecho y me pidio un par de veces que moviera mi cadera hacia la derecha para salir mejor en lafoto. Finalmente, me dijo que todo estaba bien y que toda la plomeria estaba en buenas condiciones de funcionamiento.

Aparentemente, todo esta en orden. Ahora, a esperar el milagro…

6 de octubre de 2006

Sexo con calendario

Hoy tuve que viajar finalmente por trabajo a Cancun, a pesar de mi ligera resistencia. Sali de Miami a la mañana y volvi por la noche, agotada, a casa. Menos mal que es viernes.

Es gracioso como la esperanza se agarra hasta de un clavo oxidado antes que caerse. Sigo pensando que hacerme una histerosalpingografia es una buena idea. Quiza tenga informacion nueva; pero quiza tambien tenga la suerte de cantar bingo. Por lo pronto, la doctora que me va a hacer el estudio me llamo para verificar mis alergias y para decirme que no podemos tener sexo hasta despues del examen. Merde. Detesto que me digan (o no) lo que tengo que hacer.

Desde que estamos buscando el bebe, gran parte de nuestra vida sexual esta sujeta a calendarios, tiempos y circunstancias extrañas. Y todo porque no hay nada mejor en la vida que estar en el lugar justo, en el momento justo. Hoy si, mañana no; no mas de cinco dias antes, no menos de tres; cuando la temperatura esta baja; cuando hay flujo fertil; ahora no que es la fase luteal. Que romanticos nos vemos mirando el calendario antes de ir a la cama! De todas formas, no nos cuesta mucho ponernos en marcha, aunque sea por cumplir, durante la "semana magica" pero la verdad que no hay como un buen polvo espontaneo e intemporal y, de ser posible, el dia en que no existe la menor posibilidad de embarazo.

5 de octubre de 2006

Aceptacion

Cada ciclo vacio, cada tratamiento fallido es un nuevo ciclo de esperanza y lagrimas. Es dificil ver mas alla del momento del fracaso y es mas dificil aun digerir las emociones y volver a empezar. Algunas mujeres (y hombres) necesitan un terapeuta para no quedarse estancadas en el camino del odio; odio a Dios, al universo, al destino, a los bebes y al resto del mundo “normal”. Otras quedan atrapadas en un agujero de depresion. Eventualmente todas llegamos, con mayor o menor esfuerzo, en meses o en años, a la aceptacion.

La aceptacion tiene muchas caras. Algunos aceptan una vida sin hijos, cosa que me parece muy respetable pero que yo no puedo ni siquiera contemplar como plan alternativo. Otros aceptan, como yo, que esta es la cruz que nos toco llevar. No en un sentido necesariamente religioso sino humano. Cada uno tiene problemas que resolver, duelos que superar o lagrimas que secar. En lugar de seguir preguntandome “por que a mi?”, me pregunto “por que no a mi?”; porque voy a ser yo tan especial como para pasar por la vida sin un misero rasguño? Gracias a Dios que no es cancer. Tengo una prima que es diabetica desde los seis años. Mi padre casi no conocio a su madre. No poder quedar embarazada es una porqueria pero aquí estoy, rodeada de amor, de cariño, buen trabajo, amigos y dinero. No ser fertil es mi cruz pero no voy a dejar que me ponga de rodillas. Voy a vencer.

4 de octubre de 2006

Acupuntura

Los miercoles es el dia de la acupunturista. Comence a ir en marzo, junto con el cambio de dieta y debo reconocer que mi cuerpo lo agradece. Vivian es de origen chino (nacio en Shangai) y su especialidad es infertilidad. Ambas cosas fueron lo que me decidieron a visitarla. Habia probado acupunturistas anteriormente pero recuerdo una de ellas que ponia mas enfasis en los inciensos que quemaba en mi panza que en la fase del ciclo en que me encontraba. No tenia idea de que era el FSH, ni le preocupaba mi bajo nivel de progesterona y cada vez que iba me la encontraba leyendo un enorme libro con tapas chinas, en parte supongo porque pensaba impresionarme y en parte creo que porque me tenia de conejito de indias. Moraleja: siempre pedir ayuda a quien sabe mas que uno, aunque quede mas lejos o sea mas caro o tenga oficinas con menos encanto.

Mi diagnostico en la Medicina Tradicional China es deficiencia de “riñon yang” y falta de irrigacion sanguinea en el utero. Los sintomas suelen ser tendencia al frio, manos frias, cara y lengua palidas, dolores lumbares y dolores pre-menstruales que se calman con calor. Con ese diagnostico, Vivian me recomendo leer un libro excelente que es ya mi libro de cabecera: “The Infertility Cure” por la Dra. Randine Lewis.
Las hierbas que me hacen tomar huelen a repollo podrido en dia de verano pero las agujas, pasado el momento inicial, en el que producen una especie de electricidad, son de lo mas relajante.

Por cierto, hoy me llamaron para darme turno para la histerosalpingografia. Me toca el martes al mediodia…

3 de octubre de 2006

A la hoguera con los periodistas!

Una de las enfermeras de mi clinica me llamo esta mañana para decirme que el doctor estaba de acuerdo con mi pedido de histerosalpingografia (lo imaginaba, siempre le gano por cansancio…) por lo que me llamaran en unos dias para dejarme saber el dia y la hora pero sera alrededor de una semana.

Tengo algo de esperanza que me pase como a mi amiga que quedo embarazada justo despues del examen por lo que le dije a O. que vaya preparando motores…

Mientras venia para el trabajo escuchaba en la radio algunas noticias de la farandula y curiosamente dos de ellas se referian a tratamientos de fertilidad. Parece que estan en ello Jennifer Lopez y Julia Roberts. Y yo pensaba que a veces siento un dejo de culpa cuando, a pesar de tener tanto para agradecer en mi vida, tantas cosas hermosas que me rodean, puedo llegar a sentirme triste por no tener un hijo. Como si mi derecho de pedir a la vida ya estuviera de algun modo agotado. Entonces pensaba tambien que si mujeres como Jennifer, Julia o Brooke, con toda su fama, belleza, dinero y amores son capaces de pedir mas y lo que es aun mejor, obtenerlo (Brooke Shields, Julia y sus mellizos), por que el universo va a ser mas tacaño conmigo? Ah… esas noticias renuevan mi espiritu.

Al final, el periodista logro levantarme la presion ya que mi nivel de tolerancia a la estupidez es muy bajo. En el caso de Julia Roberts comento que va a “encargar otros mellizos” (lo dio como un algo factico; como si fuera facil controlar los resultados de los tratamientos) y que “utilizaria el controversial metodo de PGD, para poder elegir el sexo de sus hijos”. Esto es el colmo! El PGD es un test de diagnostico relativamente reciente mediante el cual se extrae una celula del embrion recien formado durante el proceso de FIV y se lo somete a analisis molecular. Se revisa el ADN y se determina por ende si el embrion tiene algun tipo defecto genetico, bastante comun en mujeres mayores de 35, que le impediria el desarrollo. Se elige por lo tanto para la transferencia aquellos embriones con mayor capacidad de llegar al parto. Obviamente, al analizar el ADN se sabe el sexo del embrion pero juraria que a cualquier mujer que llega a un FIV como recurso extremo ante la imposibilidad de quedar embarazada, estrella de cine o no, quiere sobre todo que el tratamiento sea exitoso y le importa mas bien un cuerno el sexo de su hijo.

Y digo yo, si en temas que una conoce los periodistas dicen semejante tanda de tonterias, sin conocimiento ni informacion correcta, cuantas otras cosas nos estaremos tragando en temas que desconocemos!


2 de octubre de 2006

Calendario

Comence mi periodo ayer, nuevamente. Merde.

Llego como un pariente lejano, como un primo de tu marido que es grosero a la mesa, no es bienvenido pero que hay que tratar con respeto. No deja de ser cierto que la textura, color y duracion del flujo es un buen indicativo de la salud del sistema reproductivo. Al menos, desde que comence mi vida sana y abandone el cafe, ya no tengo ese dolor agudo, punzante que me doblaba en dos; que me hacia estar despierta la mitad de la noche y me obligaba a tomar pastillas suficientemente fuertes como para dormir a un caballo.

Mi doctora china me pide siempre todos los detalles sobre mi periodo y cada vez que la veo comenta “tu cuerpo es mucho mas joven que lo que tu edad indica”. Gracias, Yi, no se si tendre un hijo pero al menos envejecere con dignidad…

En mi clinica solo les interesa cuando empieza cada periodo, el famoso “cd1” en la subcultura de la fertilidad (dia del ciclo 1); la menstruacion es la base del calendario en el mundo paralelo en el que vivimos. Los meses no son meses sino “ciclos” la primera quincena es la “fase folicular” y la segunda quincena es la “fase luteal”. Me pregunto cuando sera año nuevo y cuando el dia del niño…

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