23 de febrero de 2007

Y se va la... sexta??

Escribo desde el aeropuerto de Cancún. El día esta nublado y juzgo el calor por la pinta de abatido y transpirado del morocho que carga el equipaje mas allá de mi ventana. La valija es grande y probablemente el nivel nutricional del hombre no sea el adecuado para cargarla. Puedo adivinar sus costillas detrás de su chaleco verde fosforescente y mientras se da vuelta para que no se le vuele la gorra con el ventarrón, se le vuelve a caer la misma valija al suelo. Mi corazón parte en pena por el dueño de la maleta y ruego porque no tenga nada frágil adentro.

Y por fin estamos en periodo de descuento. Comenzó la cuenta regresiva para la laparoscopia pero también para el próximo ICSI. Dado que el medico no piensa encontrar un alto grado de endometriosis, me autorizo a comenzar con las pastillas anticonceptivas a partir de ayer; de esa forma podemos ir derechito al tratamiento, una vez pasada la laparo. Yo lo prefiero así; es como empezar a tomar carrera y no parar hasta llegar a la meta. Y como dicen en España, “para atrás, ni para tomar impulso”. O. esta algo descorazonado y tirando a harto. Es normal; como no lo voy a entender yo, que día por medio me tiro en una lucha cuerpo a cuerpo con Dios, el universo o quien diablos se haga pasar por el destino. A veces me apetece llorar pero la mayor parte del tiempo me siento con ganas de ladrar y creo que si me uniera a alguna jauría salvaje, no llamaría mucho la atención. Menos mal que soy abogada, así no se nota tanto.

Y a pesar del miedo al fracaso, del descontrol de las emociones y de todo lo que puede salir mal, hay algo en el fondo que me dice que todo puede también salir bien. Y como no hay otra alternativa que seguir intentando, quiero mirar este tratamiento como si fuera el primero, con ojos frescos y el corazón abierto. Aunque tenga que romperle las rodillas al destino.



16 de febrero de 2007

Vivir la vida

La vida sigue, pero algunas cosas siguen rodando alrededor de un posible embarazo. Intento tener una vida normal y quiero pensar que la infertilidad es solo una parte de mi existencia, pero la verdad es que esa parte ocupa tanto espacio, que intentar negarlo es como pasar por la calle al lado de un elefante pintado con lunares rojos y hacer como que no lo veo. Mi calendario de los próximos meses esta marcado cada semana con un “cita Dr. A.”, “cita hematólogo”, “ir a sacar sangre”, “inicio menstruación”, “ovulación” “laparoscopia”.

Mis viajes de trabajo los programo para cualquier fecha que no coincida con la ovulación, con una cita del medico y ahora, con el descanso programado después de la cirugía. Es un milagro que entre eso y los ultrasonidos, esperas en la oficina del doctor y días de malhumor, aun conserve mi puesto. Fijar la fecha para tomarse vacaciones de un par de semanas para ir a Argentina a ver a la familia resulta una mezcla de ingenio matemático y dotes de clarividencia. Hay que coordinar primero las fechas en que yo puedo dejar la oficina (bastante flexibles) con las fechas en las que O. puede irse (poco margen de maniobra), pero además hay que ver: 1.- potencial existencia de endometriosis y consecuente tratamiento; 2.- posibilidad de empezar la próxima ronda de FIV (dependiendo de “1”); 3.- si “2” es positivo, entonces considerar fechas de ultrasonidos, transferencia, reposo y posterior ecografía (hay que considerar todas las variables); 4.- fechas en las cuales no tengamos invitados en casa; 5.- fiestas familiares varias; 6.- que los pasajes no tengan el precio de los vuelos a la estación espacial internacional y 7.- si cae un feriado en el medio, siempre es bienvenido. Viva la espontaneidad!

Pero la influencia de la búsqueda es aun más sutil y abarcadora. Tengo un traje que me gusta mucho y que compre hace mas de un año, cuyo pantalón me ha quedado siempre algo grande de cintura, defecto bastante frecuente y fácilmente solucionable con una modista. Desde el principio, decidí no arreglarlo ya que pensé que durante los primeros meses de embarazo, lo primero que se te va es la cintura y así ese traje me iba a ser muy útil hasta que tuviera la necesidad de comprar otro tipo de ropa. Lo mismo aplica para las camisas corte “princesa” que se usan ahora y los calzones sin elástico en los bordes (fantástico invento), que fueron comprados para el uso diario de mi menda presente pero a los que inconcientemente les he estado dando un doble uso imaginario. El tema es que el traje esta a punto de ser retirado de circulación por vejez mientras yo sigo tirando de la cintura hacia arriba cada vez que me levanto de la silla y las camisolas se me están pasando de moda. Y sirva todo este preámbulo al efecto de justificar la compra este fin de semana de un “skinny jean” (de esos justitos, que van apretados hasta el tobillo); si, señor.


14 de febrero de 2007

Dia de San Valentin

Treinta millones de mujeres tienen sexo esta noche en Estados Unidos. Al menos así dice la radio. Imagino que también habrá otros treinta millones de hombres, asumiendo, claro, que la cantidad de parejas gay de mujeres y de hombres es similar, dato que desconozco. De todas maneras es una alta cantidad de personas que, en un solo país, se deciden a trabajar al unísono y sin fines de lucro, lo cual, en este mundo materialista que nos toco resulta por lo menos refrescante. Lastima no estar ovulando.

La explosión de flores y chocolates en la ciudad es algo excesiva pero no dejo de verle un cierto encanto al hecho de celebrar la pasión y el amor al menos una vez al año. Cierto es que una debiera celebrarlo cada día, pero siendo honestos, casi siempre se nos cruzan los trabajos, el cansancio, los chicos, la ausencia de ellos, la cena o el ultimo capitulo de Heroes.

O. y yo hemos pasado por mucho en poco tiempo, y como ya dije mas veces, las dificultades sacan a la luz el material con que esta hecho nuestro espíritu. Y aunque en algunos momentos tontos, somos los dos rezongones y cabezaduras, O. sigue siendo el pilar donde encuentro mi norte y mi sur. Si algún día me pierdo o no recuerdo donde estoy parada o me olvido de caminar con los pies, ahí esta siempre O., con su sonrisa y sus azules ojos tan llenos de vida. No se que mas me espera en el camino, pero si de algo estoy segura es de tener el mejor compañero de viaje que podía haber tenido. Así que mi amor, aun a riesgo de sonar cursi, levanto la copa y te deseo: Feliz Día de San Valentín!


12 de febrero de 2007

Vengo del hematologo

Acabo de volver del hematólogo. Un tipo hindú llamado Siddharta tiene que ser un muy buen augurio para mi tratamiento, no? Revisó con tranquilidad mis últimos análisis de sangre y me dijo clarito como el agua mineral: “yo se que estas buscando respuestas pero quiero que sepas lo siguiente: la mayoría de mis pacientes vienen con abortos recurrentes; los problemas de coagulación impiden una correcta alimentación del embrión y el embarazo se pierde entre las semanas 8 y 12. Normalmente, los problemas de implantación no son derivados de problemas de coagulación, pero recalco el “normalmente”.

Muy bien, doc, captado el mensaje pero usted haga el favor de revisarme hasta la ultima gota de sangre y déjeme las estadísticas para otro día, que las estadísticas dicen que yo a esta altura ya debería tener dos hijos y fíjese usted, aca sigo dando bandazos.

- "Te voy a sacar varios análisis y nos vamos a volver a ver en tres semanas con los resultados. Si no tienes nada, te diré que esta todo bien; si hay alguna irregularidad menor, quizá te recete algún anticoagulante en dosis baja y si hay algún problema serio, ya veremos.”
- “ojala encuentre algo…”
- “por tu bien, ojala que no…”

Salí de su oficina con un cuarto litro menos de sangre pero contenta de estar acabando de a poco con todas las dudas. También tengo fecha para la laparoscopia: 27 de febrero. Esto es como jugar al bowling (para las que somos de madera), algunas veces tiras y se caen un par de palos; otras veces se te va la bocha a la canaleta pero alguna vez ocurre el milagro y haces strike! Yo siento que voy tirando los palos a mano y de a poquito, con mucho esfuerzo pero bien lejos, no sea que venga el acomodador y me los ponga de nuevo en su lugar.


7 de febrero de 2007

Los hombres son de otra galaxia

Si Dios les hubiera asignado a los hombres la tarea de procreación, tengan por seguro que la humanidad estaría extinguida hace mucho tiempo. No quiero imaginarme lo que seria un hombre en casa con contracciones.

O. lleva unos días con gripe. No neumonía ni enfisema pulmonar; una simple y comunacha gripe, raza callejera, tirando a resfrío. Un par de días en cama, unas líneas muy delgadas de fiebre y ayer ya estaba mejor que yo.
“No puedo ver, tengo la vista nublada”. Te aseguro que es temporario; jamás he escuchado que la gripe produzca ceguera permanente.
“Que asco el gusto del antigripal!”
“Quiero un antibiótico”. Si la gravedad del caso clínico lo amerita, anda a ver al medico que te recete unos pero yo creo que con dormir y tomarte el antigripal vas a andar bien en un par de días.
“Ese antigripal no lo tomo mas”
“Cuando vaya a Argentina me voy a traer pilas de antibiótico de esos que dicen no-se-que 500”. Bien, y los podes vender en el barrio también; solo dejame dormir cuando venga a buscarte la policía.
“Te digo que ese antigripal me da acidez!!”. Cariño, yo me pongo cuatro inyecciones diarias, me tiro patas arriba en una camilla día por medio, he pasado por incontables anestesias, retención de líquidos, peligro de hiperestimulación y próxima laparoscopia sin que se me caigan mis pestañas postizas y vos estas a punto de explotar porque te da acidez el antigripal??

Por que será que las enfermedades de los hombres son siempre mas graves? Sera que todo lo que hacen ellos es mas importante y asi como hay que tener el mas veloz de los coches, el puesto mas alto y el pito mas grande, hay que tener la Madre de las Gripes? Cualquier cambio climático parece imposibilitar a esos cuerpos de azúcar para cualquier tarea cotidiana y acercarlos a la más mísera de las muertes. Hace años un ex-jefe comentaba en la oficina que mucha gente piensa dos veces antes de contratar a mujeres jóvenes, existiendo hombres igualmente cualificados, porque “claro, después te salen con la sorpresa de que están embrazadas y tenes que darles tres meses de sueldo sin trabajar”; como si el susodicho hubiera salido de un huevo. A lo que conteste, “y a los hombres los operan de la próstata y no por eso los dejan de contratar”.

Sinceramente le tengo mucho aprecio a mi compañero de cuarto pero más de una vez pienso que en vez de Marte, los hombres vienen de otro sistema planetario.

6 de febrero de 2007

Seguimos con los analisis

Llega un punto en que una cree que tiene el tema bajo control; por donde lo mires es una merde, pero esta bajo control. Pero no, la palabra control es un termino muy relativo en la infertilidad por no decir inútil.

El viernes estuve reunida con mi doc y pateamos el expediente de arriba a abajo para ver si nos quedaba algún rincón sin doblar. Lo malo de tener un medico que te escucha es que una corre el riesgo de que te responda. Y es así como termine sacando turno para el quirófano.

Sin respuestas viables visibles (algo así como “oia, como no me di cuenta antes!”), me dijo que si realmente quería agotar todos los recursos (no, doc, si a mi me encanta hacerme un ICSI cada seis meses, es como irme de vacaciones), aun nos quedaban algunos caminos por explorar. Me encargo primero un análisis de prolactina y a petición de la concurrencia (moi), un test de tiroides.
-“Y por que no sacamos un panel completo de tiroides?” dije yo, con aire autodidacta.
- “Porque el T3 y el T4 te salen bien así que, para que?”
- “porque mis temperaturas diarias son bajas y eso puede ser señal de problemas de tiroides…? – dije en un susurro y con poco convencimiento.
- “te tomas la temperatura todos los días? ” dijo, soltando la lapicera y tratando de saber si en algún momento de la reunión se me había perdido algún tornillo
Luego me dijo que podíamos sacar un análisis de día 3 pero la señora (moi) no es un hueso fácil de roer y dijo:
- “el FSH no lo quiero saber”
- “a no?” dijo sonriendo
- “no, a mi no me interesa ni me añade nada; si me sale 5 voy a estar feliz pero si tengo un 26 voy a empezar el próximo tratamiento llorando, así que si vos queres sacarlo, te guardas la información bien guardadita”
- “OK, lo tachamos entonces”

Luego me dijo que quería descartar problemas de coagulación. Los exámenes de trombofilia que me saque el año pasado salieron bastante bien, con algunas pequeñas deficiencias aparentemente no relevantes que se suelen subsanar con aspirina infantil y dosis altas de acido fólico (llevo meses con ambos). Sin embargo me mando a ver un hematólogo, por si, dada la cantidad de tratamientos sin éxito, pudiera considerar relevante algún examen adicional o recetarme heparina (anticoagulante) desde el comienzo del tratamiento. La trombofilia es un gran riesgo para los embarazos dada la propensión a la formación de coágulos; también puede ser un motivo de fallo de implantación. Ya me saque el turno para el lunes que viene.

Por ultimo, volvimos a desempolvar el tema de una posible endometriosis.
- “y no hay manera de saber si tengo endo o no, sin hacer cirugía?”
- “no, laparoscopia es el único método de diagnostico definitivo”
- “aunque no tenga síntomas?”
- “síntomas? Infertilidad, dolores menstruales, periodos irregulares…”
Bingo, cartón lleno y me saco el premio!
La operación no parece ser gran cosa, son dos pequeños agujeritos en la panza, como quien dice el agujero de una cerradura para pispear adentro y ver que hay. Si encuentran algo, aprovechan, sacan la aspiradora y limpian el barrio. Anestesia general y cinco días de reposo no suenan de lo más atractivo pero más han pagado algunos por tener información de buena fuente. Y como a esta altura no nos vamos a andar achicando por un bisturí más o menos, pensare en esos días de reposo como un merecido descanso…


1 de febrero de 2007

Charlas de amigos

A medida que van pasando los años, las conversaciones con los amigos van cambiando. Una va pasando de qué juguete te regalaron, a que me pongo el sábado a la noche y a que usas para no quedar embarazada. Una confirma que se acabo la fiesta cuando escucha en el comedor de su casa la siguiente conversación, un sábado a la noche, en una cena informal entre tres parejas de amigos:

- (Amiga R) “y cuantos minutos tenes que dejar las piernas para arriba?”
- (Amiga M) “por lo menos quince minutos, para que el esperma pueda ir mas rápido”
Para mis adentros pensaba, y aun a riesgo de arruinarles la ilusión, que aunque el esperma manejara un Ferrari y contratara a Schumacher para manejarlo, en quince minutos no llegaría ni a saludar de lejos las trompas.
- (Yo) “no… por lo menos media hora y, si es posible, toda la noche para darle oportunidad a todos los nadadores. En realidad lo que tenes que hacer es levantar la cadera, no las piernas.”
- (Esposo de amiga R.) “claro, para que actúe la gravedad”

Y toda esa charla sucedía tranquilamente a la mesa, mientras comíamos un rico asado de tira, como quien habla de los nominados a los Oscar o de la ola de frio que esta pasando por Florida.

A la altura del postre, estábamos en:

- “me gaste cuatro cajas de test de ovulación este mes y todavía no se cuando ovule”
- “porque no te compras un monitor o una pulsera?”
- “una pulsera?”
- “si, mide los cambios en la piel por la presencia de ciertas hormonas y te avisa cuando estas por ovular”

Una parte de mi quería salir corriendo a South Beach, hacerme un tatuaje, mandarme un martini y meterme a bailar en Nikki Beach hasta la madrugada. Otra parte me decía “no esta tan mal, espera a que empiecen las charlas de chupetes anatómicos y calentadores para mamaderas”. La inquilina rebelde que llevo adentro me repetía: Que paso con “que libro estas leyendo”? o “escucharon lo que dijo hoy Bush?” o “vamos a los cayos este fin de semana?”.

Sin embargo y aunque la infertilidad tenga menos gracia que una visita al dentista, me quede sentada a la mesa y disfrute de compartir con amigos esos temas comunes. Afortunadamente, mi multidisciplinaria personalidad me permite abrazar a mi adolescente y decirle que aun no ha dejado de vivir aunque la fertilidad se haya transformado en un tema omnipresente. Y quien te dice que esa adolescente rebelde, la mujer intelectual, el espíritu creativo, la madre abnegada y la niña obediente no se emborrachen juntas un día de estos, discutiendo entre risa y risa si es mejor un parto natural o por cesárea.


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