13 de julio de 2007

Los taxis de Ithaca son algo raros

La Universidad de Cornell es contigua a la ciudad de Ithaca, en el norte del estado de Nueva York. Ciudad pequeña y pintoresca, llena de colinas suaves y atiborrada de árboles.

El pueblo tiene algunas costumbres curiosas. Los taxis no se toman en la calle por lo que al terminar una mis clases, llame a un radio-taxi (remisse, en Argentina) para que me llevara al centro. Eso no tiene nada de destacable pero lo peculiar es que al llegar, el taxi tenía dos chinos sentados adentro. Mientras el taxista me hacia senas para que subiera, yo miraba a los chinos y los chinos, inescrutables, miraban el césped. Como no tenia ganas de seguir esperando la carroza sentada en un banco de hierro, subí al taxi, me hice un poco de lugar a culazo limpio y puse una mirada hermética, casi china.

Parece ser que acá es muy común compartir taxis y se da por asumido, a menos que se pida exclusividad de forma especifica. Enganchan a aquellos que van en la misma direccion general y los reparten cual juguete en Navidad. Es un método bastante practico, debo admitir, aunque solo tiene éxito debido a que: 1.- hay pocos taxis; 2.- la ciudad es chica y las distancias cortas; 3.- no funcionan los taxímetros (cobran por viaje, no por metro recorrido) y 4.- el taxista cobra comisión por pasajero. Hay un dicho en ingles que dice: “if it works, don’t fix it” (si funciona, no lo arregles). Así que no seré yo quien les intente cambiar el sistema.

Me pregunto si habrá otros lugares donde tengan costumbres parecidas.



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7 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo también siempre he pensado que una persona valiente es aquella que tiene miedos y, a persar de todo, es capaz de superarlos.
Muy a menudo me siento identificada con tus pensamientos, y dices justo lo mismo que yo quiero decir. Supongo que eso es lo que me "enlaza" a tu blog.
Muchos besos, valiente!

Anónimo dijo...

Ups, que mal lo he hecho. El comentario iba para el artículo anterior.

v@le dijo...

Dana, en mi pueblo pasa algo similar...pero sólo porque nos conocemos TODOS y qué más dá compartir un viaje, ja-ja.

Niurka Dreke dijo...

Dana, en este tema soy experta. En La Habana, Cuba, pasa lo mismo. Me imagino lo ajeno que será para ti, pues una de las cosas que señalo de Buenos Aires cuando hablo de ella es la cantidad de taxis que hay, siempre hablo de los taxis y los locutorios. Son dos cosas que contrastan mucho entre una ciudad y la otra, en la Habana no hay nada más difícil que hacer una llamada telefónica desde la calle y lo otro es el transporte, o mejor a la inversa, porque transportarse es una necesidad mucho más frecuente y es realmente toda un aventura. Los taxis se manejan de la misma forma que acabas de narrar, solo que son autos de los años cincuenta, casi sin puertas y sin aire acondicionado, en medio de aquel caldero de polvo, humo y sal que es La Habana. Tendría tantas cosas que decir que creo que me acabas de inspirar un post de respuesta. Así que con tu permiso, en estos días procedo. Saludos, Katana/

Dana dijo...

Adelante, Katana, va a ser interesante leer tu vision de La Habana.

Cariños a ambas

Naty dijo...

Dana, acá en Santiago de Chile pasa lo mismo, la gente comparte taxis y les llaman "colectivos", solo que esos son a los que les estiras la mano para que pasen. El resto son radiotaxis que son más cercanos a los que nosotros conocemos en Baires. Y como dato curioso a los colectivos le dicen "micro" con un "la" siempre adelante. O sea: me voy a tomar "la micro".
Besosss!

Dana dijo...

"la micro"... Mmm...
Suena a cirugia!

Besos

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