4 de febrero de 2008

Válvulas de escape

Un día de retraso y ya nace una módica esperanza. De corta vida la sonrisa, porque la blancura del test que me hice esta mañana y el tampón que me coloqué a la tarde, se encargaron de borrármela. En fin, “nunca es triste la verdad; lo que no tiene es remedio…”

A veces me he preguntado si valdría la pena ir a ver a un psicólogo para ventilar todas estas emociones, en lugar de atosigar a mis lectores. Lo último, más barato que lo primero, dicho sea de paso, pero cuando veo en los foros de infertilidad a las mujeres tan contentas con sus psicoanalistas, pienso que quizá debería debatir mis entrañas y revolverlas un poco más, en busca de respuestas, o quizá hacerlo con el sólo objeto de cultivar mi salud mental, como quien cuida sus dientes o sus uñas.

Confieso que la psicología me aburre casi más que ir a misa. No digo que tenga razón; soy seguramente demasiado simple y apuesto que mi cerebro sólo tiene una capa delgada, parecida al manto de una cebolla pero diferenciándose de ésta en que por debajo, no hay nada más que sólida argamasa. Nada de capas ni vericuetos; una simple pista de patinaje.

Dos veces fui a terapia, por razones distintas, pero mis experiencias nunca han sido muy fructíferas. La primera fue al acabar de leer el libro “Muchas Vidas, Muchos Sabios”, de Brian Weiss, hace como diez años. Estaba embobada con la idea de las reencarnaciones y ahí salí corriendo a la oficina del autor, en el sur de Miami, para que me hablara de mis fascinantes vidas pasadas. Weiss era un renombrado psiquiatra ya antes de sacar el libro, era jefe del Departamento de Psiquiatría de una conocida clínica de Miami y no tomaba pacientes nuevos. En especial si traían escrito en la frente “Mujer-Aburrida-Buscando-Pasatiempo”. Pero había una doctora de su equipo disponible, cuyos honorarios estaban, además, cubiertos por mi seguro médico, por lo que ahí me planté, dispuesta a aprender las lecciones de mi pasado. La doc me vio venir de lejos y suave pero firmemente, me explicó que las terapias de regresión son herramientas médicas que se utilizan para sanar determinados trastornos mentales pero que si estaba dispuesta a comprometerme a una terapia completa, podíamos ir viendo por el camino cuáles eran mis necesidades.

- ah… -dije, con las cejas arqueadas, en actitud pensativa- ¿Y cómo es una terapia?
- Bueno, empezás contándome tu vida, tus cosas, tu pasado. Por ejemplo, cómo fue tu niñez…
- Ay, mi niñez fantástica; mis padres son divinos, los adoro.
- ¿Y tu trabajo?
- Fenomenal, no me puedo quejar; me respetan, viajo por muchos países, me pagan bien, me gusta lo que hago.
- Muy bien –dijo, con un gesto de impaciencia en su lapicera- A ver si encontramos algo con qué trabajar...
- Usted pregunte nomás, con confianza, que yo le cuento.

Pensé por un segundo en inventar un poco, para no desilusionarla, pero temía meterme en camisa de once varas por lo que así seguimos un rato mientras la mataba del aburrimiento y yo miraba el reloj porque se me iba la hora, la mujer no se decidía a hipnotizarme y por ende, no aparecía ninguna de mis pasadas vidas. No volví mas, a riesgo de que me echaran, y al final nunca supe si alguna vez fui o no una princesa rusa, como me dijo un día una gitana.

La segunda vez fue hace como un año, a otra doc que supuestamente, estaba especializada en infertilidad. Fui toda ilusionada, buscando resolver finalmente los bloqueos que estaban impidiendo embarazarme y salir de ahí con una barriga más grande que un sapo. Hablamos un buen rato cordialmente, me contó los problemas de infertilidad de su hija, le dí algunos consejos y me fui, para no volver. Sospecho que el único bloqueo lo debo tener con el destino, porque me convencí que hablar no resuelve nada. Y si no, que se lo pregunten a los de la ONU...


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12 comentarios:

beetle dijo...

HOla Dana

Claro que no existen dos casos iguales. En el mio, al fracasar el segundo IVF, espantada ante la idea de adoptar un niño (bien por quien asi lo decide, pero definitivamente no era una opcion viable para mi...), acepte de mala gana la idea de ir a terapia. No hubo formulas magicas, solo mucho bla bla. Las sesiones me ayudaron a tragar aquello de que no tendria hijos. Tenia que seguir adelante con mi vida a pesar de esa cruda realidad.

En mi caso particular, al parecer esa valcula de escape ayudo. Cuando quite mi atencion del bendito ciclo (y me concentre en pegar con teipe los pedacitos de mi vida que habia dejado por aqui y alla en mi lucha por ser madre), me embarace enseguida.


Aunque tu blog es la mejor terapia que hay. Para ti y para quienes te leemos. Si hablar no resuelve mucho, escribir como que si!

Un abrazo y feliz dia!!!!!!!

Anónimo dijo...

Querida Dana...

Cuando mi gine me dijo: Y no pensaste en consultar con un psicólogo? se me heló la sangre.
Evidentemente estoy mucho más psicótica y obsesiva de lo que creo.
Voy 4 sesiones en donde la pobre psic insiste en hacerme creer que el tema del "deseo" bloquea mi embarazo... Y yo la miro con cara de "puede ser" para no confesarle que no le creo un pito...Sino Freud hubiera inventado el anticoneptivo más eficaz...
Pero, como quien le prende una vela a un santo y espera por el milagro, le estoy dando tiempo. Por ahi quien te dice que me creo que creo y resulta.

Te mando un beso... ah, y tomalo como opción. Despues podemos abrir un blog de debate psicológico sobre el tema y matamos dos pájaros de un tiro...

BESOTES ENORMES DANA!!!!

Marcela

Unknown dijo...

La verdad..muchas veces me han mandado al psicólogo...no sé en qué ayudará eso a mejorar los espermatozoides de mi marido...pero como quienes me lo diecn también agragan en otras oportunidades: "vayanse de viaje", "dejá de pensar", "y si adoptas"...en fin NO LES HAGO CASO!!!!!!

comentario super egoísta: entre psicóogo y escribir...SEGUÍ ESCRIBIENDO!!!!

Paula dijo...

querida Dana, en la viña del señor por suerte hay de todo, hay quienes ven en la terapia una excelente opcion y hay quienes no. Y buscan mantenerse cuerdos, o mentalmente sanos gracias a su propia fortaleza, a la contencion de algun ser querido.
Yo soy como vos, nunca fui a un sicologo,y no le encuentro atractivo, a diferencia tuya tuve una niñez de abandono y limitaciones, no tuve una vida facil y sigo sin tenerla. Pero creo que he desarrollado una capacidad sanadora o regenerativa, como la baba del caracol, jajaj, y no se como, logro mantener mi siquis en orden. De hecho tengo muchos allegados que van a terapia, con mas fervor que a la misa y muchas veces los miro y digo - si quedo asi, ni loca voy.
Ojo tambien tengo mis dias de furia o locura o desazon, pero a veces antes o a veces despues renazco como el ave fenix.
Escribir es una hermosa terapia, y realmente disfruto leerte.
Un beso PAu

Dana dijo...

Ay, Beetle, quiza deberia comenzar el proceso de aceptacion pero aun no estoy ni remotamente lista...

Marcela, eso de los bloqueos como anticonceptivos debiera explotarse mas. Creo que tenemos una buena veta comercial desaprovechada...

Deyanira, esta clarisimo: si una se saca los bloqueos, se relaja, le deja de romper las bolas al marido y éste comienza a producir esperma a lo loco!!

Paula, lamento mucho tu infancia dificil; ningun niño deberia tenerla. Pero me alegra verte tan erguida y fuerte, a pesar de todo!

Un abrazo fuerte

Majito dijo...

Dana, vos sabes que yo hice terapia 7 años y realmente me ayudo mucho. Pero recuerdo que lo primero que me dijo mi psicologa fue: "Aca lo importante es lo que hagas fuera del consultorio. Eso te va a dar la pauta de si la terapia funciona o no" Y la verdad, cambie muchos patrones de conducta (que bien suena eso!!!) y me saque muchas trabas de encima (trabas que te traban, digo no de las otras... quedo re feo, no?)
Pero conozco gente que no es para terapia, gente que tiene una fortaleza, o como le llaman ahora, "resiliencia", increible (palabra vieja en el ingles...)
La terapia es como una gimnasia mental para mi y muchas veces me paso de estar sacada, puteando al resto del mundo y darme cuenta de las boludeces que estaba diciendo.
Igual mi psicologa cero onda: "A ver... contame tu infancia, a vos te pegaban?" Si salia mi infancia salia.
Hace unos meses, yo ya venia volando bajito con los tratamientos, a punto de darme contra el suelo y tuve el golpe de gracia: murio mi sobrino mayor, con quien tenia un enganche especial. Mi primera reaccion fue: "Necesito volver a terapia!!!!" y despues pasaron los dias y me di cuenta de que no. Siento que puedo, y siento que puedo vivir el duelo y seguir metiendole pata a los tratamientos por separado, sin mezclar y sin que lo de mi sobrino me ponga en stand-bye con nada. Y como todo lo voy aceptando, y cuando me agarra cosa, lloro un ratito.
Deyanira, me hiciste reir con los espermatozoides...
Y Dana, lo de la psicologa que termino contandote de la hija, es mortal. Eso si que es "empatia".
Besos

Anónimo dijo...

He acompañado a un familiar a terapia con diferentes profesionales y descreo un poco, para lo mismo diagnosticaron muy diferente. Creo que lo se necesita es alguien con sentido común (el menos común de los sentidos) cerca y si nos quiere, mejor, para cuando no encontramos el rumbo.Alguien que amorosamente nos diga; no te parece que...por lo demás son humanos. Me molesta cuando hacen terapia ellos y uno paga. Tal vez la escritura sirva para exorcisar, como cuando uno narra un temor y al hacerlo éste desaparece.Majito , comparto lo que Dana le dice a Paula de que ningun niño deberia tener una infancia dificil y agrego que ningun niño deberia morir. Todo lo que conlleva ese "sobrino mayor"... me entristecio sin conocerlos. Me despido con lo que dice mi profe de Pranayamas: Que todos los seres sean felices, que todos los seres tengan paz, Namasté.

Anónimo dijo...

Greis, gracias por tu comentario. Que es Pranayamas?
Mi sobrino habia empezado un profesorado de yoga y estaba tan contento con eso (fue su emprendimiento numero... Siempre largaba lo que hacia cuanto mejor le iba...) El ya no era un niño, tenia 28 pero para mi era "mi bebe" de alguna manera.
besos

Anónimo dijo...

Majito, los pranayamas son ejercicios respiratorios de yoga, se los he recomendado a Dana y a todas, claro...Son excelentes!!! Se pueden acompañar con mentalizaciones, oxigenan y ayudan muchisimo...La edad del sobrino no importa, para una sigue siendo un niño, te abrazo fuerte.

Majito dijo...

Greis sabes que me sonaba la palabra porque Pedro (mi sobrino) lo hacia en su curso de instructor. A el lo ponia muy bien su yoga.
Besos

Anónimo dijo...

Dana, por ahí no hace falta que hables tanto, sino que escuches...

Cambiamos cuando reconocemos que alguna actitud propia nos hace sufrir, sino no hay ningun motivo para cambiar y menos para buscar ayuda en un terapeuta.

A veces creemos que estamos haciendo lo correcto, y luego de reflexionar nos damos cuenta de los errores.

Es de sabios aceptar ayuda...

La terapia es un espacio propio de reflexion, en donde nadie te juzga, y en donde ademas escuchas tu voz y si te interesa tambien la de tu psicologa...
no te pierdas esa oportunidad!

Anónimo dijo...

Hola Dana. Lei que finalmente quedaste embarazada. Me alegro un montón de verdad. Hoy descubri tu blog, y lo estoy leyendo todo junto y estoy por mi segundo año de busqueda, asi que me hace bien leer. Lo que te quiero decir es que hablar sirve muchisimo. Y que el 90% de la causa de Fertilidad sin causa aparente, es psicológica. Existen muchisimos casos de mujeres con años de infertilidad que quedan embarazadas luego de adoptar. si eso no es psicológico, que lo es? Un beso

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