30 de junio de 2009

N.I.C.U.

Estoy tratando de hacer una especie de diario (o más bien, epopeya) del primer año de vida de mi hijo, con éxito, hasta ahora, dudoso. Aqui va un extracto.

N.I.C.U. (Neonatal Intensive Care Unit) Por sus siglas en inglés: Unidad Neonatal de Cuidados INtensivos

Las incubadoras no son para corazones débiles. Y no me refiero al músculo del plano físico, sino a ese órgano que se conecta directamente con el alma. Con sus treinta y tres semanas de gestación, Maximiliano tuvo que aguantar pinchazos, luces, ruidos, monitores, cardiólogos, ultrasonidos, sueros, terapistas y el régimen militar de un ejército de enfermeras disciplinadas y con pocas contemplaciones. Eficientes y severas. Dedicadas a salvar vidas y con poco tiempo para las relaciones sociales. Maxi no tenía ninguna complicación física, por lo que, a falta de mayor distracción, se dedicaba a engordar sin tapujos. Miraba adormilado desde adentro de su burbuja de cristal y, a juzgar por su ceño fruncido, parecía empeñado en tratar de darle sentido a este mundo tan agitado que lo rodeaba. Yo lo miraba desde afuera y le cantaba canciones de cuna en mi cabeza, en silencio y con los labios cerrados. La incubadora se abría sólo cada tres horas, para que pudiera cambiarle el pañal, tomar la temperatura y darle la mamadera. Las enfermeras de turno, siempre faltas de manos y ocupadas en casos más graves, donde las alarmas sonaban cada varios minutos porque algún corazón había bajado misteriosamente los latidos o porque algún pequeño, simplemente, había decidido dejar de respirar, me enseñaron desde muy temprano a cuidar de Maxi. Aprendí así a reconocer sus llantos, a absorber sus sonrisas y a medir la temperatura. Aprendí a doblar la parte superior de sus pañales prematuros para evitar que rozaran con el remanente del cordón que lo ataba a su madre. Aprendí que no necesitaba que un monitor me dijera cuantas veces respiraba por minuto o cuanto oxígeno llevaba en la sangre, cuando sus mejillas estaban sonrosadas y los labios, rojos. Supe que un niño con frío esta desganado y que chupar, tragar y respirar es una combinación complicada para alguien tan joven. Aprendí a envolver a Maxi con cariño y dos frazadas ajustadas, hasta convertirlo en un paquete de regalo sin moño.

Las primeras mamaderas traían solo cinco centímetros cúbicos de fórmula y el resto de la comida llegaba en sonda hacia el estómago. Los pechos de su madre, privados de la succión filial y entumecidos de preocupación, disminuían cada día la producción láctea, sin que Maxi pareciera notarlo. Las generalas se encargaban de que consumiera la cantidad exacta de calorías que necesitaba cada día. La primera vez que tuvo una mamadera en la boca, no sabía muy bien que hacer con ella. Fruncía el ceño y lamía la tetina como si fuera un helado de vainilla. El día en que se dió cuenta que chupar era bastante más productivo que lamer, sonrió por primera vez; aún así, la boca se negaba a sostener media hora continua de esfuerzo. Era necesario sostener su mandíbula con el dedo anular, mientras se le daba descansos para que el aire entrara por la nariz. A la media hora, las generalas daban por terminada la tarea y se cerraba de nuevo el telón que nos separaba.

Mientras tanto y ajeno a las ojeras maternas, Maxi coqueteaba con la vecina de la incubadora de al lado; una hermosa niña de 32 semanas a quien sus padres vestían con cintas y moños. Nunca supe si sus intenciones eran serias pero ambos sabían que era un amor fugaz, un flirteo de verano que no podía tener más que efímeras consecuencias.

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15 comentarios:

Zeta dijo...

Ay Dana, me hiciste emocionar con tus palabras. Estan llenas de dulzura, y al mismo tiempo transmiten perfectamente el clima de aquellos días.

Estoy embarazada de 34 semanas y mi bebé tiene bajo peso. No es seguro pero tiene algunas chances de tener una estadía en neo, tus palabras me ayudan por si eso llega a suceder.

Un abrazo para vos, para Maxi y para O.

Zeta

Unknown dijo...

Uuuuuf....emocionante es poco Dana,,,,,abrazo

Maria Laura dijo...

hay nena me hiciste llorar y mucho y justo en un locutorio vengo de b.a. de hacerme unos estudios del tema que nos aqueja... duro y hermoso relato ..sin duda un valiente tu Maxi y vos.. besote grande

beetle dijo...

Bravo!

Me trasladastes a la NICU donde vivio mi hijito durante su primer mes de vida. Nunca noté severidad en los rostros de mis generalas, se me antojan mujeres nobles y valientes.

MI cuaderno vacío, esta vez. No encuentro el tiempo para escribir y los sentimientos vívidos y exagerados de los primeros días se me van desdibujando. Menos mal, tu eres mas disciplinada.

Vicky dijo...

Hola Dana:

Hermoso relato....muy ilustrativo y tierno.
Estoy en la semana 32 con mis mellis esperando que se queden en mi pancita un poco mas....haciendo reposo relativo.
Por si acaso se adelantan....que sintomas tuviste? Te digo porque voy para cesárea programada pero se pueden adelantar. Mi gine quiere llevarme a la semana 38....Dios quiera!!!!

Besos
Vicky

Setembro dijo...

Es impresionante tu relato, me parece haber estado allí con vosotros.
Un besiño.

Flor dijo...

Me morí de ternura con lo que contás. Pensar que Maxi hace apenas unos meses estaba rodeado de cables y enfermeras y ahora me imagino que está hecho todo un hombrecito!

Dana, muy linda tu forma de explicar tus sentires en ese momento tan maravilloso y difícil al mimso tiempo.

Besito

marieta dijo...

Que bonito! que bien que transmites, chica! me he emocionado mucho! gracias ;-)

Constanza dijo...

Por Dios las cosas que pasamos y en el momento no nos damos cuenta hasta que miramos atras y vemos la magnitud de lo hecho!

Me hiciste llorar, pero al final tambien llore de risa al ver que ese ser que nos roba los suspiros ya taaan chiquito suspiraba quizas por otra!

Lila. dijo...

tu talento y tu exito no es solo la maternidad... genial!
Lila.

Jess ʚïɞ dijo...

Dana, de verdad me encanta leerte, y más cuando se trata de Maxi, así que bien por el diario!

besos,

Vicky dijo...

Hola Dana:

Que bueno el peso de Maxi....te felicito.

Quería hacerte una consulta y es con respecto al clexane o heparina.
Mi hematóloga me dijo que despues del parto voy a tener que seguir por 45 días más con clexane 40.A ti tambien te siguieron dando esa dosis? Sabés por qué es?

Besos
Vicky

Natie dijo...

Hola, Dana.. muy linda descripción!
Felicitaciones por los 5.300 gr de Maxi y sus tres meses. Se pasa volando, no? Que horror!
Ah, yo soy una de tus seguidoras de twitter. Besotes, Natie

Dana dijo...

respondiendo preguntas:
-Beetle: estoy de acuerdo en que son mujeres nobles; cuando hablo de severidad, me refiero al rigor y a la disciplina con que trabajan...
- Vicky: mis sintomas fueron claros: rompi agua!! (o fuente, como algunos dicen). Con respecto al clexane, yo tome 14 dias despues del parto, ya que parece que esos dias son particularmente propicios para los coagulos. Suerte con tus melli!!

Besos a todas!!

Anónimo dijo...

REcuerdo mucho los 7 días que pasamos mi bella y yo en neonatal. Fueron días difíciles y las historias que viví con otras mamás fueron algunas tristes. Sin embargo recato el valor y la sabiduría de las personas que diligentemente atendieron a mi hija, y para todos los efectos, al resto de 10 niños que estaban en la ssala con mi hija....

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